Ernesto, idolatrado por mucha gente y considerado como un icono contra el imperialismo y el capitalismo, ha pasado a formar parte de la Historia de la Humanidad como Revolucionario.
Pero también se le considera un asesino sin escrúpulos.
Un exiliado cubano (José Sánchez-Boudy ) opina:
"Hay que ver al hombre históricamente. No hizo nada pero hizo todo. El todo que nos tiene cuarenta años en este destierro: comunizó a Cuba. Fue la figura a través de la cual los soviéticos penetraron; destruyendo las instituciones republicanas. Fue como el Padre José, aquella Eminencia Gris de Richeliu, del cual, A. Huxley ha dejado una biografía sensacional.
No hizo nada, pero lo hizo todo: destruirnos la patria. Hacer polvo su economía; instaurar la violencia y la crueldad, mancomunado del brazo del Máximo Líder --el César para un dialoguero-- y de Raúl Castro. En la biografía de Lee Anderson aparece del brazo de los Castro, de la "Robolución Cubana". De la sangre y el crimen.
La figura de este hombre, de este asesino sin entrañas, hay que descarnarla ante el mundo y dejar al desnudo la frialdad de sus crímenes y de sus fracasos; que fueron el todo que destruyó una nación y la sembró de cadáveres y de cientos de cárceles. Que la hizo un gigantesco campo de concentración.
No se puede permitir que los jóvenes de Cuba sigan pensando que "el camino es el Che". "Que el hombre a imitar es el Che". De que fue un ser "que lo dio todo por los humildes", y que por ellos sacrificó su vida. Y con el machacar constante la dictadura tecnológica --como llamó Albert Speer a la nazi-- hoy en día, es lo que cree la juventud cubana. "
Se encuentran imágenes del Che en relojes Swatch, una cerveza inglesa, ropas, esquíes, un sitio del Web, un disco compacto de rock, y cinco biografías, además de los anuncios de seis películas.
El Che, para bien o para mal, no deja indiferente a nadie. Al Che Guevara no hay que enterrarlo.